lunes, 28 de marzo de 2016

HISTORIAS MUNDANAS, de Jordán Medeót

Actúan: Antara Wells y Jordán Medeót; Escenografia: Federico Tapia; Maquillaje en escena: Ximena  Silbert; Diseño de tapa: Ova Elías; Texto: Jordán Medeót; Dirección general: Lucas Solé. Domingos de marzo y abril 21 hs.; Teatro La Cochera, Fructuoso Rivera 541; Córdoba.

Cuando dieron sala, me topé con un espacio recargado de escenografía y, para llegar a platea, tuve que caminar por entre el decorado. Me sorprendió por lo recargado, casi podría decir que era muy almodovariano. Y quedé sorprendido, sin poder imaginar cómo podrían moverse los actores en esos verdaderos vericuetos.
La música, muy alta por cierto, anunció el ingreso de ella, Lola Dupont, la travesti quien en tono intimista y emotivo cuenta su historia, cuando revolvía el ropero de su madre para deleitarse con sus ropas y las respuestas del padre machista, incapaz de entender -y menos de aceptar- la personalidad del hijo.Nuevamente la música y entra en escena Dardo, un niño de la calle quien, con el correr del tiempo se convertirá en un buscavidas, un amante de travestis para terminar siendo él una travesti.
Dardo nos cuenta también su infancia, cuando se enamora locamente de una mujer, la hija del dueño de donde él trabajaba; cómo en un campamento de varones adolescentes, llevados por un sacerdote que se saca la sotana y queda desnudo, con cuerpo atlético, frete a los alumnos, a quienes invita desnudarse y entrar al agua; quedan todos desnudos menos uno, Danielito (y Dardo lo llama siempre así, en diminutivo, lo que acentúa la indefensión del muchachito), quien es violado por todos sus compañeros con la mirada cómplice y el silencio del sacerdote. En un momento, nos cuenta Dado, él defiende al compañerito y lo acompaña a su casa; lo abraza; lo protege y....., tiene sexo con él, con Danielito. Su primera experiencia sexual fue con él, nos remarca, con Danielito, con un varón.
Sin solución de continuidad, las escenas (monólogos alternados con diálogos) hace avanzar la obra, con mucho humor, con y rico despliegue de vestuario y pelucas por parte de Lola Dupont, con escenas romántico-eróticas y de peleas que, más que verdaderas peleas, son discusiones propias de dos personas, de una pareja que tiene muchos años de convivencia.
Para mí, la obra terminaba cuando Lola canta "No, no me puedo quejar....., ya pagué, olvidé......", pero no, no terminó ahí, siguió. Y me pregunté: ¿ahora qué?, temiendo que el excelente espectáculo que había visto, cayera, se diluyera....., pero para mi sorpresa y enorme satisfacción, la obra dio un giro de 180°. Empezó con una discusión porque Dardo, ya travestido, ha decidido partir hacia Río de Janeiro con un novio. Lola, cual hermana mayor, se le ríe diciéndole que es poco femenina, que ha gastado horas y horas eligiendo un nombre, que va a darse cuenta que el "novio" no es tal, que la va a dejar, que...... Le transmite su experiencia de vida. Es ahí donde aparece el verdadero significado de la obra: la soledad, la soledad de los seres humanos en general, en tanto humanos, pero particularmente la soledad de las personas que, según el juicio moral de la sociedad, son distintas, y fundamentalmente distintas en su vida sexual. (Pero también sabemos que la moral es cultural y que, como tal, es dinámica, cambia, y lo que hoy está mal visto, mañana ya no lo estará, o lo que hoy está bien visto, mañana puede estar mal).
Y como lo viene asegurando Lola, Dardo travestido, grotescamente travestido, tiene la desilusión de su nueva vida, la primera, la que le dice a gritos "Lola tenía razón, escuchá la voz de la experiencia".
Realmente es una excelente obra, en su escritura, en su dirección y en su actuación. Nos enfrenta a la soledad de los "diferentes", los "distintos", pero también nos enfrenta a la soledad de los seres humanos, a la realidad de las parejas (hombre-hombre; hombre-mujer; mujer-mujer) que, con el paso de los años y la convivencia van mutando desde la líbido, puramente sensual, a la amistad, categoría espiritual.
La única cosa que me dejó un poco perplejo fueron los discursos del debate parlamentario sobre el matrimonio igualitario. Se hace centro en la condición humana de toda conducta sexual, y está muy bien porque cada quien es dueño de llevar la vida sexual que le plazca; pero se destaca muy especialmente la incomprensión, e incluso persecución, que los regímenes de derecha tienen hacia los homosexuales, pero hubiera sido correcto, según mi punto de vista, decir también que los regímenes de izquierda, como es el caso de Cuba, también persiguen y encarcelan a los homosexuales. Porque la intolerancia moral a la sexualidad, no tiene ideología; es de derecha, de centro y de izquierda.
Para terminar, sólo me queda decir que realmente pasé un momento de pleno goce y satisfacción. Antara Wells, Jordan Medeót, Federico Tapia, Ximena Silbert, Ova Elías y Lucas Solé, gracias, una y mil veces gracias por el hermoso momento que me regalaron.

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